sábado, 15 de octubre de 2011

“LAS BODAS DE RAMÓN Y MONTSERRAT”

Opereta di camera in cinque cuadri.
Libretto da
Benjamín Hernández Caballero


Cuadro Primero
LA NOVIA:

Te miro y me despiertan las estrellas.
Te pienso y me domina la frescura.
Todas las fresas son ahora más dulces
y las rosas nos gritan sus colores.

Desde tu carne brama la esperanza
y la dicha se aferra al infinito.
Se turnan la razón y la locura
y gana siempre el corazón tremente.

Te sueño y ya me niego a despertarme.
Te hablo y se me vuelan las palabras
y me asomo otras veces en tus ojos
para poder mirarme con tu aroma.

Te llamo y me contesto con tu lengua.
Te alejo y apareces en mi pecho.
Me entrego a ti y adoro tus caricias
mientras mi espalda agota tus abrazos.





Cuadro Segundo
EL NOVIO:

Eres mi novia porque el cielo quiere,
porque quieren mi pecho y mis sentidos,
porque así lo desean las palomas
y así lo dictamina el universo.

Tú ya eres yo y yo te pertenezco.
Te habitan mis deseos y mis labios,
te proclaman mis ansias y mis dedos,
te reclaman mis manos y tus lunas.

Me he mudado a tu seno delicioso,
a tu piel, que es mi casa y mi futuro.
Vivo en tu propia vida inacabable
y he perdido la llave para siempre.

Eres mi esposa porque no concibo
otra vida, otra fuerza ni otra cama.
Tu esposo soy porque es imprescindible
seguir viviendo dentro de tu boca.




Cuadro Tercero
BRINDIS. Soneto:

Vamos a alzar las copas de buen vino
llenas con el licor de la sonrisa,
mecidos por la danza de la brisa
que os hace dulce y bien vuestro camino.

Ya que estáis entregándoos al destino,
despojad vuestros besos de la prisa,
sin partiros la piel ni la camisa,
tan suave como el mármol clandestino.

Me pierdo en vuestro amor efervescente,
deslumbrado con la sinceridad
que surge como luz del corazón.

Así sigo brindando alegremente
por vuestra más azul felicidad.
Montserrat se ha casado con Ramón.



Cuadro Cuarto
CAVATINA:

El novio estaba soñando
con el frescor de las sábanas
y una multitud de pájaros
manaba luz de sus alas.

Sobre el techo de la alcoba
bellos ángeles montaban
su guardia de hierbaluisa
con adornos de guirnalda.

La novia llegó a la puerta
desbordada de nostalgia.
El cielo se puso púrpura
y se agotaron las lágrimas.

Cuando le dio el primer beso,
las llamas se hicieron agua.
Un latido de locura
les sonó por las entrañas
y el calor de los abrazos
alborotó las almohadas.



Cuadro Quinto
INVOCACIONES MÁGICAS:

Id a contárselo al árbol,
que llame a la madrugada,
que se lo diga a los ríos,
que lo grite a las montañas,
que lo comunique al viento,
que se lo silbe a la grama,
que lo susurre al subsuelo
para que lo sepa el alba.

Que las estrellas bendigan
vuestro futuro con calma.
Nada os puede hacer ya daño:
la magia está derramada.
Está conjurado el tiempo
y la vida conjurada.


                                                                              Puertollano, 18 de agosto – 15 de octubre de 2011

                                                                             Benjamín Hernández Caballero.

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