domingo, 14 de agosto de 2011

Epitalamio para Manoli Hernández Caballero

Benjamín Hernández Caballero

CÁNTICO NUPCIAL PARA LAS BODAS DE MANUELA HERNÁNDEZ CABALLERO Y EDGAR VILLALBÍ GIL


I – Cançó breu pel matí

Sento una llum enamorada,
com una rosa a mitja nit.
La núvia és una matinada,
els ulls gegants, el cor petit.

El nuvi escolta arrabassat,
ànima i cap ja estan en pau,
perquè tot sona a veritat
i l’esglesieta és un Palau.

El tendre vespre de l’adéu…
Tanta emoció en aquest moment…
Si trobo l’ànim i la veu
vaig a cantar al casament.
















II – Seguidilla.


Cuando te miro, hermana,
me das la vida,
me iluminas el cielo,
sueltas la brisa.
Ay, quién pudiera
seguirte en tu alegría
sobre la tierra.

Os bendigo en la dicha
de vuestra boda.
Que os feliciten todos
a todas horas.
Vaya momento.
Con los novios más guapos
del firmamento.

A festejar venimos
de todas partes.
Os cantan las estrellas
inescrutables
y os canto yo,
con mucho sentimiento
y poca voz.

Con lo que tengo,
pongo en mis ilusiones
todo mi aliento.








III – Epitalamio en Sí (mismo) Bemol.


Vuestro amor es un árbol para la eternidad,
una herida en el centro de la maltrecha tierra,
un emblema de vida, una voz de futuro,
un impensable mar de abismos y caricias.

Vuestro amor tiene acentos de madrugada insigne,
de vientos de nostalgia, de abrazos malheridos.
Es la entrañable lucha del universo inmenso
que crece y se desgasta a fuerza de pensaros.

Vuestro amor se refugia en cientos de ilusiones,
madrugadas tremendas, felices despertares.
La noche se transforma en mañana infinita
y el cielo es tan pequeño que apenas os oculta.

Vuestro amor se acentúa con las adversidades,
se crece en el mañana, desafiando al miedo.
Es como un porvenir de inabarcable fuerza,
como una magnitud de imposible medida.

Vuestro amor vencerá cualquier impedimento,
hará fuego del agua, tarde del mediodía.
Tendrá que ser custodia de besos como alas,
de carnes que se sueñan y se tocan por siempre.

Vuestro amor comestible, de eternidad arbórea,
tiene que responder ante el viento y el pájaro,
dar asilo al poder de la nieve y el fuego.
Vuestro amor es posible porque sois necesarios.






IV – Noche de Bodas. Soneto.


Están los dos amordazados, bellos,
atados por la cuerda de la vida,
sin temor a la soga ni a la herida,
refulgiendo con múltiples destellos.

Masticándose a besos, solo ellos
tienen la risa apenas contenida,
los suspiros sin fin y sin medida,
repetidos, confusos, como aquellos

en los que tantas veces se perdieron.
La plenitud de ardor, tan insegura,
la boca por la boca atenazada,

tanto se amaron que se confundieron,
pero no equivocaron la hermosura
en la mordaza dulce de la almohada.


















V – Conjuros y sortilegios para un final feliz.


Yo conjuro a la vida, al destino y a todo.
Que os bendiga la luz anhelante del sol,
los astros y la esencia de dioses y de hombres,
las mujeres, los niños y los montes de espuma.

Que todo os beneficie y el tiempo sea ligero
para que el vendaval de vuestros despertares
no tenga la dureza de la piedra afilada
y sea un roce de plumas vuestro mundo diario.

Sed felices y hacednos, que está todo difícil.
Necesitamos risas y cariño del bueno.
Compartid con nosotros un hermoso mañana.
Yo os conjuro y os marco apasionadamente.




Puertollano, 10 de julio –
Reus, 6 de agosto de 2011.

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